Un pequeño dinosaurio herbívoro provisto de pico del tipo de los terópodos que puede aportar importantes evidencias de cómo las manos de cinco dedos de los dinosaurios evolucionaron en las alas de los actuales pájaros, han sido descubiertos en el oeste de China.
El doctor James Clark, de la Universidad George Washington (EE.UU.), uno de los descubridores del dinosaurio junto a Xu Xing, del Instituto de Paleontología Vertebrada y Paleoantropología de Pekín, señaló que este nuevo animal es fascinante en sí mismo y, cuando se coloca en el contexto evolutivo, ofrece pruebas interesantes acerca de cómo las manos de las aves han evolucionado
El Limusaurus inextricabilis significa algo así como el «lagarto que no pudo escapar»- fue encontrado en un yacimiento de 159 millones de años de antigüedad situado en la cuenca de Junggar en Xinjiang, al noroeste de China. El dinosaurio fue bautizado así por la manera en la que estaban apilados sus huesos, uno encima del otro, en el fango fosilizado de una zona que fue objeto de una película de National Geographic en 2008, 'La trampa de la muerte del dinosaurio'.
«Un descubrimiento fascinante»
Un examen detallado de los fósiles puso de manifiesto que el dinosaurio carecía de dientes, pero poseía un pico plenamente desarrollado. Su falta de dientes, los brazos cortos sin garras afiladas y otras características del animal sugerían que se trataba de un comedor de plantas, aunque también está relacionado con la familia de los dinosaurios carnívoros.
Pero lo más inusual fueron los dedos de sus manos, que ofrecen luz sobre la larga controversia de cómo los dedos están presentes en las alas de los pájaros actuales, que son los descendientes de los dinosaurios terópodos. El Limusaurus, a diferencia de los terópodos conocidos hasta ahora, tiene el primer dedo sensiblemente más reducido y los tres centrales más desarrollados, lo que coincide con la evolución experimentada con las aves. Los embriones de las aves modernas nos dicen que éstas perdieron un dedo del exterior y otro del interior y las alas surgieron de los tres dedos centrales.
«Este descubrimiento es fascinante, porque cambia lo que pensábamos sobre las manos de los dinosaurios. También es sorprendente encontrar una relación entre huesos de hace millones de años y las moléculas de las aves actuales» , ha señalado el doctor Xu Xing. La investigación ha sido publicada en el último número de la revista Nature.
El doctor James Clark, de la Universidad George Washington (EE.UU.), uno de los descubridores del dinosaurio junto a Xu Xing, del Instituto de Paleontología Vertebrada y Paleoantropología de Pekín, señaló que este nuevo animal es fascinante en sí mismo y, cuando se coloca en el contexto evolutivo, ofrece pruebas interesantes acerca de cómo las manos de las aves han evolucionado
El Limusaurus inextricabilis significa algo así como el «lagarto que no pudo escapar»- fue encontrado en un yacimiento de 159 millones de años de antigüedad situado en la cuenca de Junggar en Xinjiang, al noroeste de China. El dinosaurio fue bautizado así por la manera en la que estaban apilados sus huesos, uno encima del otro, en el fango fosilizado de una zona que fue objeto de una película de National Geographic en 2008, 'La trampa de la muerte del dinosaurio'.
«Un descubrimiento fascinante»
Un examen detallado de los fósiles puso de manifiesto que el dinosaurio carecía de dientes, pero poseía un pico plenamente desarrollado. Su falta de dientes, los brazos cortos sin garras afiladas y otras características del animal sugerían que se trataba de un comedor de plantas, aunque también está relacionado con la familia de los dinosaurios carnívoros.
Pero lo más inusual fueron los dedos de sus manos, que ofrecen luz sobre la larga controversia de cómo los dedos están presentes en las alas de los pájaros actuales, que son los descendientes de los dinosaurios terópodos. El Limusaurus, a diferencia de los terópodos conocidos hasta ahora, tiene el primer dedo sensiblemente más reducido y los tres centrales más desarrollados, lo que coincide con la evolución experimentada con las aves. Los embriones de las aves modernas nos dicen que éstas perdieron un dedo del exterior y otro del interior y las alas surgieron de los tres dedos centrales.
«Este descubrimiento es fascinante, porque cambia lo que pensábamos sobre las manos de los dinosaurios. También es sorprendente encontrar una relación entre huesos de hace millones de años y las moléculas de las aves actuales» , ha señalado el doctor Xu Xing. La investigación ha sido publicada en el último número de la revista Nature.
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